El líder norcoreano Kim Jong-Un acusó a Estados Unidos de no ceder sus políticas hostiles en contra de Pyongyang y dijo que no detendrá sus ensayos militares. Por otro lado, el Consejo de Seguridad de la ONU realizará una reunión de emergencia para discutir la situación nuclear del país comunista que ha reactivado sus pruebas balísticas.
Kim Jong-Un dijo que está dispuesto a restablecer las líneas de comunicación con Corea del Sur, pero acusó a Estados Unidos de proponer “conversaciones fachada” y ocultar su hostilidad contra el Norte.
Corea del Norte cortó las líneas directas a principios de agosto en protesta por las maniobras militares conjuntas de Corea del Sur y Estados Unidos, pocos días después de reabrirlas por primera vez en un año.
Kim hizo estas declaraciones en la Asamblea Popular Suprema, en donde por segundo día consecutivo se discutieron temas económicos, sociales y de agenda política nacional.
Las relaciones entre ambos países, que se activaron bajo la Administración Donald Trump, fueron interrumpidas en 2019.
Aunque el Gobierno de Joe Biden ha ofrecido en repetidas ocasiones al régimen comunista un encuentro sin previo aviso en cualquier momento o lugar, los esfuerzos de Kim se mueven hacia un camino para establecer una brecha entre Seúl y Washington; ya que busca que el país vecino, Corea del Sur, le ayude a salir de las agonizantes sanciones económicas lideradas por Estados Unidos.
Por su parte, un portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos dijo en un comunicado que “Norteamérica no alberga ninguna intención hostil hacia la República Popular Democrática de Corea (RPDC)”.
“Nuestra política exige un enfoque calibrado y práctico que busque una diplomacia seria y sostenida con la RPDC para lograr un progreso tangible que aumente la seguridad de Estados Unidos, nuestros aliados y nuestras fuerzas en el terreno”
«No tenemos ni objetivo ni razón para provocar a Corea del Sur»
El restablecimiento de las líneas de comunicación directa transfronteriza entre las coreas programado para principios de octubre “haría realidad los deseos del pueblo coreano de alcanzar la paz entre ambas naciones” dijo Kim a la agencia estatal de noticias norcoreana KCNA.
Sin embargo, el líder norcoreano sigue acusando a Corea del Sur de estar «empeñada en mendigar apoyo y cooperación externos mientras clama por la cooperación internacional en servidumbre a Estados Unidos en lugar de buscar resolver asuntos entre las Coreas”, quien también añadió que «no tenemos ni objetivo ni razón para provocar a Corea del Sur ni idea de perjudicarla».
Y es que, aunque Estados Unidos y su aliado Corea del Sur llevan años intentando que Corea del Norte abandone sus programas nucleares y de misiles a cambio de un alivio de las sanciones económicas, este último no cesa sus ensayos armamentísticos.
Continúan los ensayos militares en un ambiente de tensión
En Pyongyang se ha probado con éxito un misil de planeo hipersónico mucho más rápido y difícil de interceptar por los sistemas de defensa.
Asimismo, Corea del Sur también ha comenzado a destinar grandes presupuestos para mejorar sus capacidades militares ante la amenaza de su vecino. Este mismo mes, anunció el primer ensayo exitoso de misiles lanzados desde un submarino (SLBM), así como la presentación de su tercer submarino capaz de cargar estos proyectiles. Una tecnología que poseen pocos países.
Los constantes ensayos militares y nucleares de Corea del Norte han hecho que resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU prohíban el programa de misiles balísticos impulsado por Kim Jong-Un.
Sobre las pruebas más recientes, el Consejo de Seguridad programó una reunión extraordinaria a puerta cerrada el jueves a petición de Estados Unidos, Reino Unido y Francia.
Después de casi una década en el poder, Kim Jong-Un mencionó que Corea del Norte se enfrenta a la peor crisis de la historia por cuenta de la pandemia del Covid-19, las sanciones económicas impuestas por Estados Unidos y los desastres naturales.
(Textos y fotos cortesía de AFP, Reuters y AP)