El Sindicato Nacional de Trabajadores de la Construcción (SINATRACON) manifestó su apoyo a la iniciativa del Gobierno en materia migratoria, asegurando que la contratación de trabajadores extranjeros al margen de la Ley ha desestabilizado las condiciones de trabajo en el sector construcción.
El gremio que agrupa a los trabajadores de la construcción en República Dominicana aseguraron que el estatus migratorio irregular en que se encuentran la mayoría de los jornaleros extranjeros en el país abarata la mano de obra, situación de la que se aprovechan los empresarios para pagar un costo inferior al real por un día de trabajo, reemplazando a los trabajadores dominicanos.
El secretario general de SINATRACON, Félix Albert Martínez, explicó que un día de trabajo de un jornalero ronda en los 850 pesos, pero que los empresarios, aprovechándose de la situación migratoria de los extranjeros, les pagan 500 y 450 pesos.
En ese sentido, señaló que la falta de control migratorio pone en juego la estabilidad económica del país y ha dado paso a que siga volando el Código Laboral que establece que el 80 por ciento de los trabajadores en una obra debe ser dominicano y 20 por ciento restante de extranjeros.
Los trabajadores de la construcción señalan que el plazo de tres meses que ofrece el Gobierno a los empresarios para regularizar la condición migratoria de sus trabajadores extranjeros representa un acto de condescendencia con un sector que no debe evadir su responsabilidad.